Diente de perro

Otra de las pequeñas herbáceas con flor que aparecen a principios de la primavera es el diente de perro (Erythronium dens-canis). Se trata de una planta bulbosa, con un bulbo de color blanco y de forma similar a un diente de perro, lo que le da nombre. Cuenta con dos únicas hojas opuestas y con forma de punta de lanza, que forman una roseta basal, y con un típico aspecto jaspeado formado por numerosas manchas pardas.

Florece a partir de finales de marzo. Presenta un único tallo floral de 6 a 30 cm en cuyo extremo aparece una pequeña flor estrellada solitaria  blanca, rosa o lila con máculas amarillas en la base, orientada hacia abajo (péndula) en forma de campanilla, cuyos pétalos una vez abiertos, se arquean hacia arriba (reflexos), dejando muy visibles seis estambres con anteras azuladas y un pistilo. Las flores que tan solo duran unos pocos días se muestran “desesperadas” por encontrar polinizadores, por lo que muestran cálices muy abiertos y accesibles, poco selectivos a la hora de encontrar polinizador.

Aparece en pastizales, brezales o claros de bosque de la mitad norte peninsular. Planta típica del sotobosque caducifolio (hayedos y robledales) de montaña, por encima de los 1000 m, sobre suelos ácidos y frescos. Pertenece a la familia de las Liliaceas al igual que los tulipanes, los lirios y azucenas, pero constituye la única especie del género Erythrobium nativa de Europa. Se cultiva como planta ornamental y decorativa, propagándola a través de los bulbos. En la naturaleza, sus semillas son dispersadas a través del bosque por hormigas (mirmetocoria) que consumen una parte nutritiva exterior a la semilla y que se denomina eleosoma.